GORDOFOBIA: DISCRIMINACIÓN
POR OBESIDAD
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Atrás quedaron los tiempos en los que atener sobrepeso era sinónimo de bienestar, riqueza y posición social. El siglo XXI asiste a un tipo de discriminación basada en el aspecto físico, adornos en forma de piercings o tatuajes, color inusual del pelo, manera de vestir, y obesidad. Muchas personas con sobrepeso sufren actualmente de discriminación directa o indirecta por su aspecto físico en forma de bullying en los centros escolares, en la propia familia, en el acceso a la sanidad pública, a los transportes o al mundo del trabajo. Se trata de contextos educativos y psicosociales donde se debería esperar una sensibilización para que este tipo de discriminación debido al exceso de peso se erradicara por completo y las personas no se sintieran discriminadas o menoscabadas, y se atendiera única y exclusivamente al mérito y a la capacidad. La discriminación atenta contra la igualdad de trato y la igualdad de oportunidades. Parece que los cuerpos que no entran dentro de la media son objeto de violencia, menoscabo, ridiculización, y también de exclusión social, porque si no te contratan por su aspecto físico, entras en una espiral de pobreza difícilmente remediable, sin contar con el menoscabo de la autoestima, la ridiculización propia y ajena, e incluso, creo, los problemas mentales que pudieran derivarse.
En este artículo de la Cadena Ser, Halley cuenta su historia:
https://cadenaser.com/ser/2016/03/31/economia/1459419760_851887.html
Este tipo de discriminación es directa, de una manera oculta, o también directa y abierta, porque es frecuente que te indiquen en una entrevista de trabajo que no te contratan por tu sobrepeso. Si además eres mujer, emigrante y negra, el cóctel de la discriminación absoluta está garantizado.
La no discriminación está amparada por la
Ley de Ley 17/2011, de 5 de julio, de seguridad alimentaria y nutrición, en
cuyo artículo 37 se indica que está prohibida cualquier discriminación directa
o indirecta por razón de sobrepeso y obesidad.
Es decir, que discriminar es un delito que
se debe denunciar y por suerte se denuncia a la Inspección de Trabajo.
En lo que se refiere a la
sociedad, por fortuna algunas personas públicas están denunciando este tipo de
discriminación en las redes para despertar la conciencia social. El mes de
enero pasado Thais Villas entrevistó en la sexta a la modelo Marina Llorca, que
planteaba esta discriminación:
En los medios de comunicación aparecen casos con bastante frecuencia relacionadas con este tipo de discriminación. Sigue siendo un reto en igualdad la no discriminación por el aspecto físico y en concreto por la obesidad.
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