DOBLE PROYECTO DEL AYUNTAMIENTO DE BARCELONA PARA PALIAR LA SOLEDAD DE LAS PERSONAS MAYORES: PROGRAMA VINCLES BCN Y
PROYECTO RADARS
1. Presentación de la buena práctica.
Conocí esta buena práctica gracias a un reportaje que de la Cadena Ser sobre
una iniciativa de innovación social promovida por el Ayuntamiento de Barcelona
para paliar la soledad de las personas mayores, el Programa Vincles BCN
(Vínculos), creado en febrero de 2014 y activo hoy en día.
El locutor entrevistaba a una usuaria que contaba con mucho entusiasmo el
cambio tan significativo que se había producido en su vida gracias a esta
iniciativa.
2. Analiza el ámbito o ámbitos en el que actúa esa buena práctica.
Es un servicio creado para combatir la soledad de las personas mayores de
65 años.
El Ayuntamiento de Barcelona, consciente de que la población de más de
sesenta y cinco años superaba los 300.000 habitantes, y unos 100.000 tenían más
de ochenta años, decidió poner en marcha un proyecto basado en el principio de
que el envejecimiento es un reto europeo y urbano, y que mejorar las
condiciones psicosociales de las personas mayores era un sinónimo del aumento
de la calidad de vida de las ciudades.
Modo de funcionamiento del Programa VINCLES BCN:
Gracias a una tableta o a un teléfono inteligente, y a una sencilla aplicación
con mensajes, vídeos o fotografías, la persona puede comunicarse con su familia
y sus amigos, con personas desconocidas unidas por grupos de interés común para
participar en actividades del barrio o la ciudad.
Desde 2021 también pueden solicitar el acceso al programa personas mayores
de sesenta y cinco años con discapacidad auditiva, gracias a la incorporación
de profesionales formados en la lengua de signos.
El programa Vincles BCN se puede consultar:
https://seuelectronica.ajuntament.barcelona.cat/oficinavirtual/es/tramit/20180001283
El proyecto Vincles BCN recibió el primer premio de la iniciativa Mayors
Challenge, de la Fundación Bloomberg Philantropies:
PROYECTO DE ACCIÓN COMUNITARIA RADARS
Como ampliación de VINCLES BCN, existe otro proyecto de acción comunitaria,
RADARS (Radares):
https://ajuntament.barcelona.cat/serveissocials/es/canal/projecte-daccio-comunitaria-radars
Ámbitos de actuación.
El objetivo es integrar a las personas mayores y paliar su soledad
indeseada.
Este proyecto también parte de datos estadísticos: Más de 1/5 parte de la
población de Barcelona tiene más de 65 años, y el 40% de personas mayores de 85
años viven solas.
Son dos programas relacionados e innovadores, integran la relación
con las nuevas tecnologías en el hogar y entre las diferentes personas de un distrito,
con el propósito de humanizar los barrios. No es la primera vez que aparece en
la prensa la noticia de una persona mayor, fallecida sola en su casa, encontrada
días o incluso semanas después.
Las formas de funcionamiento de estos dos programas también son
innovadores. Se implica a una institución municipal y se establece una red de apoyo
entre todas las personas del barrio, las tiendas, los centros de salud, las
farmacias, de tal manera que exista una mirada atenta hacia los mayores y se
puedan detectar casos de exclusión social en todos sus ámbitos, soledad,
pobreza, desatención, nutrición (muchas personas mayores no se cocinan o comen lo
mismo varios días seguidos). Y en el programa RADARS son los mismos conciudadanos
quienes se encargan de alertar a las instituciones.
Existe una plataforma que realiza seguimientos telefónicos periódicos y
establece una relación de confianza… además de favorecer las iniciativas sobre
la inclusión de las personas mayores en la vida de su barrio.
3. Comenta, si los conoces, el impacto y resultados que ha tenido o tiene esa buena práctica. Si desconoces esa información, comenta entonces el impacto y resultados que consideras que podría tener.
Estos programas son efectivos y con un gran impacto porque suponen
una toma de conciencia de la población en su conjunto, integra a grupo humano excluido
por cuestiones de edad, y repercute positivamente tanto en las personas
afectadas como en la red de apoyo. Es un intercambio necesario si tenemos en
cuenta la deshumanización que existe en las grandes ciudades, con un alto
porcentaje de vivienda turística que no permite en muchas ocasiones ni conocer
a los vecinos.
En 2018 se realizó una encuesta que permitía valorar la experiencia de los
usuarios, tanto en la parte tecnológica como en la vertiente sociocultural. La
satisfacción era muy alta porque les permitía la relación social en todos sus
ámbitos.
Me ha llamado la atención que el número de mujeres usuarias de este
programa quintuplicara el número de hombres, 515 hombres frente a 2552 mujeres,
seguramente porque el número de mujeres que viven solas es superior, aunque creo
que las mujeres tienen una red social más extensa por norma general, me
gustaría iniciar un debate en este sentido con los asistentes al curso.
Me parece un programa sostenible en el tiempo por cuanto de
implicación social tiene, además de que sigue vigente tras algunos años.
Existe la creación de Mesas Radars, es decir, un espacio de encuentro para
intercambiar impresiones y planificar entre todos estrategias de ayuda, comprometidas
con este programa cuya inversión económica, creo, no es muy alta, y con impacto
medioambiental cero.
He encontrado otras iniciativas
institucionales parecidas, como la creación de los talleres Mayores de la
costura, talleres de costura para combatir la soledad, o la iniciativa del
Ayuntamiento de Salamanca que organiza cafés tertulia los fines de semana
durante los meses de más frío.
4. ¿Qué puntos fuertes y qué debilidades consideras que tiene esta buena práctica?
Los puntos fuertes de estos dos programas son considerar a las personas
mayores como integrantes de la sociedad en que vivimos y apostar por la mejora
de sus relaciones sociales para mejorar su calidad de vida, la mejora del estado
de ánimo, y el sentimiento de pertenecer a un conjunto social con independencia
de la edad que se tenga.
El único punto débil que veo en el programa es que no todas las personas
mayores pueden manejar una tableta o un teléfono inteligente, y porque en
cierto modo depende del voluntariado de los ciudadanos. Esto puede ser una
fortaleza, en cuanto a desarrollar valores de solidaridad se refiere, pero
también una debilidad porque parece que si no hay voluntarios las actividades no
se pueden llevar a cabo.
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